Los días 11, 12 y 13 de septiembre los profesores Lucas Miranda y Patricio Órdenes participaron en las XXX Jornadas de Epistemología de las Ciencias Económicas, organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Esta Jornadas reúnen a investigadores de Argentina y Latinoamérica que trabajan en el área de la filosofía de la economía e historia del pensamiento económico.
El profesor Lucas Miranda presentó una ponencia titulada “La revolución de la credibilidad contra el programa de Mill.” En ella abordó el hecho de que Angrist y Pischke han planteado que en economía empírica se habría producido una revolución de la credibilidad representada por un enfoque de inferencia causal que utiliza evidencia experimental y cuasi-experimental. La ponencia se preguntó qué es aquello contra lo cual se alza esta proclamada revolución de la credibilidad. Sostuvo que lo hace en contra de lo que se denominará el Programa de Mill. De acuerdo a su trabajo, este está compuesto por dos proposiciones:
El trabajo caracterizó este programa y mostró que el propio Mill, los austriacos, la econometría de la Cowles Commission han representado todas ellas realizaciones del Programa de Mill que la revolución de la credibilidad aspira a superar.
El profesor Patricio Órdenes participó en las Jornadas con la presentación titulada «La Sociedad como Ajedrez: La Crítica de Adam Smith al Hombre de Sistema». Durante su exposición, abordó la crítica del pensador escocés a la figura del «hombre de sistema», un arquetipo desarrollado por Smith que intenta imponer su visión sobre la sociedad como si sus miembros fueran piezas de un tablero de ajedrez, ignorando la agencia y autonomía de cada individuo. Órdenes destacó los principios de gobernanza que se derivan a partir de esta crítica, como la necesidad de reconocer los límites tanto cognitivos como epistémicos que impone la tarea de gobernar, la importancia de distinguir entre los órdenes espontáneos y deliberados, y la necesidad de reconocer las consecuencias no intencionadas de la acción humana. Además, Órdenes planteó una figura contrapuesta al “hombre de sistema”, que es el “buen legislador smithiano”. Sostuvo que este arquetipo, por contraste, guarda un profundo interés en resguardar la observancia de la justicia en la sociedad, en la aplicación de reglas generales de comportamiento, y en una materialización prudente y reservada de sus roles distributivos.
