El viernes 4 de octubre, en el Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), nuestra investigadora de Faro UDD, Natalia González participó en el seminario titulado “A 5 Años de la crisis de Octubre”.
El encuentro se estructuró en dos tiempos o dos paneles, en que los panelistas efectuaron una presentación y luego se dio paso a la conversación. En el primer panel denominado “Violencia, malestar e incertidumbre: Tensiones sociales 2019-2024” participaron Josefina Araos, Kathy Araujo y Oscar Landerretche y en el segundo panel, denominado “Vacío de poder, octubrismo y polarización: Conflictos políticos 2019-2024”, participaron Daniel Mansuy, Daniel Matamala y Natalia González. En este último encuentro, los panelistas se refirieron a los sucesos que antecedieron al 18 de octubre de 2019 y lo ocurrido tanto a nivel social como político en adelante en Chile.
Natalia Gonzalez profundizó con preocupación sobre la fuerza del relato imperante y dominante en los años previos al octubre chileno, durante la crisis de octubre de 2019 y en los meses que la sucedieron. “Predominó, lamentablemente y contra la evidencia disponible, que nuestro modelo de progreso y desarrollo había sido uno de suma cero. Bajo esa lógica, el ethos que se instalaba era entonces uno de conflicto permanente para determinar qué sector de la sociedad se estaba quedando con el pedazo más grande de la torta, y cuál era el perjudicado, fustigándose al primero a tal punto que no solo casi nos cuesta la democracia, sino que determinó la cancelación moral y política de un sector (la derecha y la ex Concertación) quedando prácticamente borrado o excluido de la Convención Constitucional, encargada de proponer al país un nuevo pacto social”, señaló González. Y agregó: “Un ethos de amigos y enemigos, que ya había iniciado el gobierno de la Nueva Mayoría, y que en el estallido se acompañó de la asonada violenta. Se refirió a la imposibilidad de llegar a acuerdos bajo esa lógica y expresó su preocupación por la falta de mínimos comunes compartidos, como el respeto por la democracia constitucional, la alternancia en el poder y el Estado de derecho, la importancia del crecimiento económico, y la falta de comprensión del fenómeno del juego de suma cero, que no es tal, insistiendo en que la torta no es finita, sino que crece en beneficio de todos y especialmente de las clases medias y los más vulnerables”.
Daniel Mansuy, en tanto, se refirió a la carencia de conducción política del gobierno durante el estallido, cediéndole el paso al Congreso Nacional para encauzar el acuerdo por una nueva Constitución, a la violencia, y la complacencia de parte de la izquierda con ella y el fenómeno refundacional, en clave “destituyente”. Al mismo tiempo se refirió a la masa de personas, inorgánica, que salió a manifestarse y la tarea inconclusa de la política de entender el fenómeno y darle sentido.
Daniel Matamala por su parte se preguntó sobre el significado del octubrismo, esbozando que se está convirtiendo en un significante vacío. Al mismo tiempo, dio cuenta de que el fenómeno no fue solo un conjunto de actuaciones vandálicas y violentas, sino que también tuvieron lugar protestas pacíficas, como la del 25 de octubre de 2019; las violaciones de los derechos humanos a una escala importante, a juicio del expositor, y la idea de participación masiva a través de asambleas ciudadanas, recordando, en particular, la iniciativa de consulta ciudadana llevada a cabo por alcaldes de diversos municipios para encauzar las demandas ciudadanas. También se refirió al pacto social y el desenlace constitucional, y las desigualdades, distinguiendo finalmente entre manifestaciones y violencia.
Tras las exposiciones iniciales, se dio lugar a un intercambio de visiones y opiniones, para concluir con un cierre en que los expositores sugirieron posibles caminos de acción hacia el futuro para hacer frente a la polarización, entre otros desafíos.