La historiadora e investigadora de Faro UDD estuvo este lunes 27 de mayo en el auditorio del histórico establecimiento para dictar una clase magistral: «Contrastes y Confluencias: Explorando la Relación entre Historia y Memoria». Su ponencia nace a propósito del texto publicado en Faro en Debate llamado «Memoria e historia».

Frente a estudiantes de segundo y tercero medio, la académica comenzó su exposición reflexionando acerca de la diferencia entre memoria e historia. «Esos fragmentos dispersos de mi pasado… ¿realmente los recuerdo? ¿Son producto de mi memoria acerca de esos precisos momentos o bien se trata de relatos hechos por otros? ¿dónde están las piezas ausentes del rompecabezas?», señaló.

Luego abordó la vinculación entre el recuerdo -espontáneo o no- con la identidad tanto de un individuo como una comunidad. Para esto citó la novela del francés, Marcel Proust, En busca del tiempo perdido y de Milan Kundera, La Identidad. A partir de esta reflexión, entró de lleno en la relación entre Historia y Memoria a través del texto del filósofo francés, Paul Ricoeur, La memoria, la historia, el olvido.

Finalmente, dio cuenta de los distintos puntos de vista que tienen los historiadores al aproximarse a este tema. «Hay autores que estiman que entre Memoria e Historia hay un complemento y hasta emplean el concepto de memoria histórica, como una suerte de equilibrio entre ambas miradas al pasado. Esto porque, siendo la Memoria una práctica viva y presente del pasado que descansa sobre los recuerdos y testimonios de algunos, al ser acogida por la Historia pasa teóricamente a ser también aceptada por la sociedad mediante el poder de esclarecimiento de la verdad sobre hechos dolorosos del pasado que permite la Historia», explicó Dussaillant.

Sin embargo, hay otros pensadores como los historiadores franceses Pierre Nora y François Hartog que tienen otra mirada. «Para Nora no es posible articular Historia y Memoria porque cuando una se presenta es porque la otra se ha agotado, es decir, la Historia entra en escena en el momento en que aquellos encargados de mantener la Memoria, esto es, los protagonistas o los testigos directos han fallecido. A su juicio, ese es el momento en que otros entran en escena: por un lado, los historiadores que hacen la Historia; por otro quienes levantan lo que Nora denomina “lugares de la memoria”, concluye la investigadora.

Al término de la actividad, la historiadora interactuó con los profesores y alumnos del Instituto Nacional.